Solo una rosa

Los latidos se hicieron mas intensos, y se sucedían habiendo transcurrido menos tiempo del habitual.

Todos veían como me quedaba inmóvil, mirando lo que había hecho solo unos segundos antes; Con solo agitar la mano un poco fue suficiente para no dar marcha atrás, y tu solo agitaste la mano un poco y sonreíste a este tímido remitente una vez que te fue entregado el resumen de todo este coqueteo.

Seguimos caminando, cada quien a sus propias ocupaciones.

- Cuando por fin el ojo no pudo verle, la boca comenzaba a dibujar una sonrisa, como de idiota. Y los latidos siguieron mas intensos durante un buen rato.

Esperando

Lejos de la realidad. Soñando con parajes iluminados por un suave sol de otoño. Con cada rayo ligero que recuerda los colores de epocas pasadas, de julio y agosto.

Lejos mas allá de donde la mente puede llegar, suspendido entre nubes de deseo. Perforando los oidos con el viento apresurado.

Necesito dejar llevar mi mente y mi cuerpo en una tibia corriente de agua. Recargando mi cabeza contra mi hombro. Cierro los ojos y has llegado.

(último anhelo) Puedo ser

Puedo ser tu amante, o puedo ser tu hijo
Quien los golpea si se atreven a mirar
Puedo ser tu alumno, tú puedes enseñarme
Quien tu prefieras, ese puedo ser

Puedo ser columna fuerte que se levanta
Puedo ser tapete debajo de tus pies
Tu recuerdo más bello y difícil de explicar
Quien tu prefieras, ese puedo ser

Puedo ser la liga que tensa tus cabellos
Puedo ser sudor que brilla sobre tu piel
Puedo ser el que se escurre entre tus senos
Quien tu prefieras, ese puedo ser

Puedo ser el perro que cuida de tus sueños
O el que te despierta en medio de la noche
Puedo conocer de tu rostro cada gesto
Quien tu prefieras, ese puedo ser

Puedo ser también inocente segundero
El que hasta a los veintes te puede regresar
Puedo ser yo el que se para de cabeza
Quien tu prefieras, ese puedo ser

Puedo en ti dejar quemaduras con mis besos
O puedo consagrarte en una esposa fiel
Puedo ser así de tu carne último anhelo
Quien tu prefieras, ese puedo ser

La chica

Hay una chica con la que tengo citas a menudo y nuestra relación es cubista. Ella simplemente desapareció, pero su familia no la echa de menos, no sabe que se ha esfumado.

En una ocasión la invité al cine pero ella se metió en la película y regresé solo. Despues de un tiempo tuvimos una cena juntos y me celaba incansablemente.

La mujer es capaz de someterse a caprichosos sacrificios autoinflingidos y complacer hasta en el más mínimo detalle, sin embargo, hoy no ha sido capaz de descolgar la bocina.

Es probable que haya decidido que no soy tan interesante, o quizá esté atravesando por unos días de mal humor y espera a que se pasen.

Nuevamente la encontraré después de un tiempo, corajes y desilusiones. Olvidaré su desdén, la llamaré y continuaremos nuestro peculiar idilio. De nuevo ocurrirán esas actitudes románticas.. Ella podrá reclamarme que no le hablé en todo este tiempo y fingirá una escena. Entonces se pondrá los aretes pequeños y me preguntará el color de mi corbata.

Primer intento de socializar

Despues del pasillo se sentaba un distinguido caballero que unas horas antes estaba en la fila del check-in. Vestía traje gris, camisa blanca y una corbata roja. Su calva prominente contrastaba con su maleta de piel bordada con el emblema de la Audi.

Despues del snack fue inevitable ver su zapato y calcetin, y la duda hizo presencia. Consumido por la curiosidad me dirigí a el, con toda ceremonia, y le pregunté:

- Es usted el hombre araña?

Hizo evidente su molestia y arremetio diciendo:

- Vaya que es usted suspicaz! Quiza debiera aleccionarlo antes de que divulgue sus ideas entre los demas pasajeros..

Volvimos ambos la mirada al frente, minutos mas tarde estabamos en otra ciudad.

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7/Ago/06